Si organizáramos un concierto al aire libre al que fuera toda la humanidad, la superficie de la Isla Mauricio -esa pequeñita frente a Madagascar- bastaría para armarla, sin problemas. Sí porque, somos 8000 millones de seres humanos (un ocho con nueve ceros: 8,000,000,000). Pensando que, en todo concierto al aire libre, según va llegando la gente se suelen ocupar los lugares de adelante para atrás, hombro con hombro (para ver mejor), más o menos de a cuatro personas por metro cuadrado y así hasta terminar. Lo único que necesitaríamos, sería un recinto de 2,000 km² en bajadita (de preferencia).
Publicación simultánea con El Universal
La isla Mauricio tiene 2040 km², o sea que alcanzaría y todavía nos sobrarían 40 km² para puestos de comida y baños. Si la isla Mauricio no tuviese disponibilidad el día del concierto, se podría usar cualquier otra superficie equivalente a la que ocupa la CDMX más un pedacito del Estado de México, o bien la que ocupa la Zona Metropolitana de Guadalajara y sus municipios conurbados, que es casi del mismo tamaño que la isla Mauricio. Ahí podríamos hacer nuestro concierto

