Hay dos razones por las cuales tú debes comer palomitas de maíz. La primera es para ver películas, y la segunda es para sentarte a ver cómo se destruye la gente a sí misma. Ahorita, lo que está pasando con los feminicidios y las protestas, son el ejemplo más depurado que se puede uno imaginar. Hay personas que han entrado en un ciclo de auto-engaño filosófico, intelectual e ideológico, sumamente autodestructivo. La autodestrucción no sólo consiste en que estas personas se están dando en la madre a sí mismas, sino en que están anulando toda posibilidad de ser ayudadas. ¿Y cómo consuman esa anulación?
Pues atacándolo a uno con toda clase de acusaciones verbales, hasta que uno dice «yo no merezco nada de esto, mejor me quedo callado». A estas alturas alguien que verdaderamente estuviera interesado en detener los feminicidios, ya había hecho un buen diagnóstico, pero no se está haciendo. Los científicos permanecen calladitos calladitos viéndose bonitos. Y los políticos también.
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Hoy quiero hablar sobre la importante tema. De Por qué debes de comer palomitas de maíz?
Es que pues siendo honestos uno de los beneficios más grandes. el secreto mejor guardado de tener un canal de YouTube Con tan pocos suscriptores. enseñado si acaso. Una de las cosas, una de las cosas buenas de eso es que no tienes que preocuparte porque se haga viral, cuando además no quieres que se haga desde luego.
En este caso quiero hablar de un tema que es demencialmente importante, pero al mismo tiempo. la clase de tema que uno no quiere que se ha tratado este nivel y que lo escuché demasiada gente. a lo que me refiero con esto es que: hay dos razones por las cuales tú debes de comer palomitas de maíz.
La primera es para ver películas eso ya lo sabes. La segunda es para sentarte a ver cómo se destruye la gente a sí misma.
Sí, ahorita lo que está pasando con los feminicidios, es el ejemplo más depurado que me puedo imaginar. Mucha de la gente involucrada ha entrado en un ciclo de engaño filosófico, intelectual, ideológico y autodestructivo. Y la autodestrucción no sólo consiste en que se están dando en la madre a sí mismos, sino que anulan toda posibilidad de ser ayudados. ¿Y cómo lo hacen?
Precisamente atacándolo a uno con 1000 acusaciones al final de las cuales uno piensa «yo no merezco esto mejor me quedo callado». Le dan a uno la opción de mejor quedarse callado. Y entonces uno le hace buena. La ejerce.
Y eso que está ocurriendo con todo esto de los feminicidios. Es decir, hay un diagnóstico falso, completamente falaz sobre porque están ocurriendo. Y es que a estas alturas alguien que verdaderamente estuviera interesado en detener eso. Ya habría hecho un buen diagnóstico. Pero no se está haciendo. ¿Y qué están haciendo los científicos? Los científicos permanecen calladitos, calladitos viéndose bonitos. Y mientras, pues hay una masacre de gente.
Aquí hay que hacer un paréntesis, para decir que la importancia este problemas relativa. A menos de que pensemos que la vida de un hombre vale menos que la vida de una mujer.
Por cada 10 asesinatos, uno solamente, uno, es de mujer. Y a eso le están queriendo llamar «feminicidio». Es realmente un «feminicidio» Qué tendría que ocurrir para que lo fuera?
De acuerdo a esta definición alguien que es feminicida, es alguien que simplemente sale a matar mujeres por el hecho de ser mujeres. Es decir, un «mataviejas» por llamarlo de alguna forma. Alguien que odia a las mujeres a tal grado que va y las mata. Un asesino serial pero de mujeres. Pero lo mismo sería una persona que sale a matar gente que usa camisas de cuadritos, o una persona que sale a matar gente que bebe agua de piña, o qué sé yo.
La realidad es que existe suficiente información y evidencia de que los crímenes que se cometen hacia las mujeres, primero, no son crímenes hacia la mujer en general, —o sea el género femenino—, si no crímenes hacia mujeres en particular. Mujeres específicas.
Las protestas recientes, las pintarrajeadas en el ángel de la independencia, y el día de ayer en Palacio Nacional, están tratando este problema de manera estadística. Es como si uno fuera al doctor, llegarás con él, y le dijeras —doctor, me duele el estómago. Y el doctor te dijera — pues hay 2 formas de ver qué te pasa. La primera es que yo te revise y vea que te pasa. Que te revise el estómago, que te pregunte —¿qué comiste, ya comiste? ¿Comiste algo podrido?
Y la segunda forma es que el doctor vaya y se meta a la computadora, busqué las estadísticas de la secretaría de salud y en base a eso diagnostique qué es lo que te pasa.
Esta segunda opción es igual de estúpida, que lo que están haciendo las mujeres que van a las protestas. Una cosa que es producto de una relación interpersonal. La estupidez interpersonal de alguien, ya sea de la víctima o del victimario, la están tratando de resolver a nivel colectivo. Entonces no, una estupidez interpersonal se resuelve siendo inteligentes interpersonalmente. No vas y haces una pinche marcha. Eso es equivalente al doctor que te diagnostica mediante estadísticas nacionales, que te pasa a ti en tu estómago.
Entonces, las razones por las cuales hay asesinatos, son muy distintas en cada caso. Y se sabe que en casi todos estos casos, el victimario conoce a la víctima, tiene una relación personal con ella. A veces de años.
Entonces, este no es un problema que nos debe de preocupar a la sociedad. Dios los crea y ellos se juntan. Alguien que tiene esa mentalidad de «nos tocan a una nos tocan a todas» está comprando problemas de otros.
Estas gentes que van a las marchas, a las protestas que pintarrajean y prenden fuego a la puerta de Palacio Nacional, nada menos. Ellas que saben sobre las razones por las cuales mataron a una persona que ni conocen.
Una cosa es solidarizarse con el hecho trágico de la muerte de otra persona y otra cosa es emitir juicios sobre por qué ocurren las cosas que ocurren. Uno puede sospechar, uno puede tener pensamientos, pero no llevarlos al extremo en el que, sin ser ningún perito oficial, uno anda emitiendo un juicio sobre qué rayos pasó ahí. Tomando luego acciones en este caso hasta violentas y con acusaciones hacia los hombres, en un acto de soberbia ilimiatada.
Ahora, siempre es difícil hablar mal de las víctimas, porque las víctimas por definición, —siendo las víctimas, pues no es que sean inocentes, pero a los difuntos hay que dejarlos en paz y tranquilos.
Pero una vez sabiendo eso, también uno puede preguntarse en privado. de manera secreta. ¿Qué tan mala persona fue la víctima? Es claro que el victimario es una mala persona, pero a ver. Cuando una persona es mala persona, hay dos cosas que le pueden ocurrir. Qué esa persona mate alguien, o que alguien la mate a ella. Y está la tercera opción: que una mala persona mate a otra mala persona. Eso se da bastante.
Pero no sabemos, en el caso de la mujer está, «Ingrid» qué pasó. Al saber de una persona que está casada con un individuo que es capaz de semejante grado de violencia, uno tiene derecho a pensar, uno tiene derecho a poner en duda cuando menos la inocencia, o la bondad, de una persona así, aunque repito es difícil porque la persona está difunta.
Pero sí hemos de ser científicos a este respecto, siempre debemos de ser escépticos, no podemos hacer juicios de esa manera. Cualquier persona en el ámbito público, en la opinión pública no puede hacer otra cosa, ¡no puede hacer lo que estás haciendo estás mujeres estúpidas ahí Haciendo todo este desmadre!
Y para acabarla de fastidiar la representante de la ONU acercándose a acusar al gobierno de ser negligente, de ser un gobierno feminicida y cosas de ese tipo.
Aquí uno se pregunta ¿cómo va un gobierno a resolver una cosa que se suscitó al interior de una relación interpersonal? Es decir ¿es ese un tema de salud pública?. Si, la salud, la higiene social, la higiene mental, si es un tema de salud pública. Pero un caso en particular como este, es un tema que debe de ser analizado por peritos y psicólogos. El asesino que queda vivo debe de ser analizado para saber qué rayos le pasó a esa persona.
A lo que voy es que frente a estas cosas, la actitud más sensata, la actitud de una persona racional inteligente, es ir a la cocina, hacer palomitas de maíz y comérselas. Y después ver una película. Y fomentar buenas relaciones interpersonales en su entorno inmediato. Eso es lo que haría.
Así es buenhombre, estos no son temas sencillos. Pero como nada más lo van a ver algunos este vídeo, no me preocupa. Falta que se viralice, y que me empiezan a acusar de qué estoy negando la existencia de feminicidios.
No, más bien estoy afirmando la existencia de gente estúpida. Y peligrosa para sí misma y para los demás.