Hay teorías que nos hablan de la superviviencia del planeta: los primeros fotosintetizadores (hace 4280 millones de años) producían una sustancia altamente tóxica en su momento: el oxígeno, el mismo cuya concentración estable de 21% en la atmósfera hizo posible la evolución biológica como la conocemos. Hoy la inteligencia humana que «liberamos» al ambiente produciendo destrucción ambiental, guarda similitudes interesantísimas con lo que en su momento el altamente tóxico oxigeno.