El uso y confianza excesiva en los libros de texto, priva a los universitarios, incluso de posgrado, de pensar científicamente y de desarrollar criterios científicos propios. Los adiestra a ignorar de manera sistemática, la existencia de aquellas premisas que sustentan el conocimiento que adquieren es sus carreras y que luego utilizan a través de sus profesiones para alterar una realidad que ya no comprenden o nunca han comprendido. Mucho del entrenamiento profesional adquirido en las universidades ha dejado de ser relevante para dar solución eficaz y de largo plazo a los problemas más graves que enfrentan las sociedades en el siglo XXI. El libro científico en la educación superior, y el trabajo basado en este, deben ser rescatados a todos los niveles de estudio, incluso el doctoral.
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Andrés Bucio 